Uno escoge las palabras y las teje, las acomoda, y de pronto hay alguna cosa que se resiste a salir del baúl, a salir de la sombra.
Por lo general depende de la habilidad del abridor de baúles, de la agilidad de su mano, de su pericia para violar candados y cerrojos, pero a veces el más experto cerrajero falla, y es aquí donde empieza a asomar el misterio de las palabras; el misterio de las palabras consiste sencillamente en que para algunas cosas ellas no existen.
Y de pronto viene un cerrajero milagroso, uno que convive con los secretos de Dios
, y puede expresar algo inexpresable. “Algo inexpresable” es sólo, precisamente, aquello que nosotros no pudimos expresar, y por lo tanto decimos que “sentimos y no podemos nombrar” (le adjudicamos el verbo sentir a una dificultad intelectual) ese algo, y viene alguien y desbarata las tinieblas y nos dice lo que siempre estábamos “sintiendo”
. Entonces lo llamamos Gran Escritor; pero sucede verdaderamente que hay algunas cuestiones para las cuales no ha aún aparecido su Gran Escritor. Éstas que yo “siento”.
Cuando el cartero entregaba el sobre con estampillas de poco valorya se presentía algo no muy claro… uno que tiene tanta tendencia a encontrar atmósferas de brujería y de fantasmasLo tenía en la mano unos instantes antes de abrirlo, con negras dudas (Las dudas).
¿Explotaría al rasgar el papel?
¿Se trataría de una amenaza, un obsesivo con pasiones perversas o una puñalada encubierta?Algo como un perfume ominoso, un borrón gris, demoraban el momento de enterarse de qué se trataba. ¡Tantas posibilidades y, con seguridad, ninguna buena!
Cadenas
Hay muchos tipos de cadenas que encadenan de diferente forma -hasta en el himno de mi país las hay, pero “rotas”


Y es cierto, aunque Las flores del mal y los poemas de Neruda fueron best seller, es raro encontrar en las librerías a gente en el acto de adquirir este tipo de lujo, los libros de poesía.
Contra cualquier probabilidad, lo que no es tan raro es que alguien los escriba.
No sólo los jóvenes enamorados borronean cuadernos con las manchas de un cuadro de Chagall.
Chagall es el pintor que le canta a los enamorados y a la inocencia delirando imágenes como la de un violinista o una mujer que asciende por los cielos y no es la virgen María sino una muchacha que estalla en flores voluptuosas en el momento del amor.
Están aparte las cadenas solidarias que funcionan muy bien en situaciones de desastre o epidemias -funcionan mejor, mucho mejor que los gobiernos. Y la cadena perpetua, que merecen los asesinos y otros delincuentes mayores, y hasta me atrevería a decir que se hacen acreedores a ella los “escribidores” de cadenas.
Sé que esto último es una exageración, y sin embargo…
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