




Inadmisible: los K pretenden destruir a toda la prensa libre para que sólo quede El Argentino.
La intolerable avanzada del Gobierno sobre los medios independientes revela que el matrimonio presidencial está dispuesto a todo con tal de silenciar las voces disonantes con su proyecto de poder.
De continuarse en este camino, los medios que han hecho de la libertad de expresión y del compromiso con la gente su única bandera están destinados, más temprano que tarde, a perecer.
Muchos creen que, con este panorama, los únicos medios que habrán de pervivir serán El Argentino y la revista Siete Días, ambos sospechados de tener alguna simpatía por el oficialismo.
¿Cómo hay que enfrentar este atropello? ¿Los argentinos deberían movilizarse cacerola en mano?
¿Habría que armar un vocinglero frente común con la Mesa de Enlace y con otros sectores garcas del país para que el poder escuche y recule?
¿Habría que matar a alguien?
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