¿Cómo encontrarla?
Pienso en los días del presente; sólo con hacer una enumeración de humildes artilugios “imprescindibles” bastaría: teléfonos celulares, batidoras, computadoras, televisión, máquinas de correr, de sentarse, de pararse, controles remotos remotísimos. Y es una lista acotada.
Sin embargo, para que esos instrumentos se nos hayan vuelto de verdad imprescindibles la vida -y nuestras neuronas- debe de haber variado mucho -lo de “nuestras neuronas” no es una ocurrencia sin gracia: ellas están atentas y se esfuerzan valientemente en lo que nosotros les pedimos; si las utilizamos para alcanzar con el auto 180 km por hora en una avenida concurrida, tratando de no causar un accidente, se especializarán en ese tipo de tareas.
Programar el reloj, el microondas, el lavarropas, el televisor con nuestras series favoritas, la máquina de fotografías instantáneas, mandar a menudo mensajes de amor de negocios de bronca autoritarios dulces, todo eso es el mundo de nuestra mente, hoy.






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